El Personal de BioCórdoba se capacitó en buen trato para personas con discapacidades

En el marco de una política pública de integración e inclusión social que llevamos adelante desde el Ente Municipal BioCórdoba, se realizó el Curso Trato Adecuado a Personas con Discapacidad.

El taller se desarrolló en el Parque de la Biodiversidad que está pensado desde un enfoque de accesibilidad universal y avanzamos en ello a través de estas capacitaciones. 

De esta manera se transmitieron las actitudes básicas generales del buen trato hacia todas las personas. A la vez que se incentivó un trato adecuado hacia las personas con otras capacidades, embarazadas y adultos mayores para lograr empatía con sus limitaciones y lograr una mayor integración e inclusión social.

Se desarrolló en el Anfiteatro del Parque de la Biodiversidad y estuvo destinado a personal y funcionarios. Fue organizado por la Municipalidad de Córdoba a través de la Secretaría General, Infossep y BioCórdoba.

“El objetivo fue capacitar al personal principalmente de aquellos que atienden al público, a fin de que brinden un trato adecuado a las personas con discapacidad, conforme a los requerimientos particulares de cada sujeto”, explicó Trinidad Trejo Juárez, directora de la sala de derechos humanos del Colegio de Abogados de Córdoba y secretaria académica de la sala de derechos de personas con discapacidad. La letrada también realiza el soporte legal de INFOSSEP.

Marta Lastra, Directora de la Sala de Discapacidad del Colegio de Abogados de Córdoba que desarrolló parte de los contenidos del curso, explicó que no todas las discapacidades son perceptibles a simple vista y que por ello se recomienda que el personal esté atento a que se respete la prioridad en la atención, independientemente de que tenga o no certificado único de discapacidad. “De lo que se trata es de asegurar la efectiva comunicación a través de un lenguaje claro, sencillo y amable. El servidor público debe dedicarle el tiempo que necesite”, agregó Lastra.

Lo más importante como servidores públicos es primero presentarse ante la persona y su acompañante, en caso de que lo tenga, tener un trato amable y respetuoso, preguntarle a la persona si necesita ayuda, en qué se puede ayudarla y tratar de generar un clima de confianza y empatía con ella.

Promover el Buen Trato

Existen diferentes tipos de discapacidades sensoriales (auditivas, visuales), intelectuales, motrices, visceral u orgánica o discapacidades con trastorno mental. 

Las personas con discapacidad intelectual o psicosocial, sordas, hipoacúsicas y sordas, o ciegas pueden requerir mayor tiempo y disponibilidad personal para comunicarse.

En el caso de no comprender la consulta que realiza una persona con discapacidad psicosocial, preguntar nuevamente evitando situaciones de nerviosismo, ansiedad o estrés, tanto para la persona como para su acompañante en caso de tenerlo. 

Empatía y actitud de servicio

Lo primero es consultar a la persona con discapacidad si necesita algún tipo de apoyo y, en ese caso, de qué tipo. Se recomienda consultar siempre el modo o medio en que requiere o prefiere recibir la información, no dando por supuesto preferencias o modalidades.

Las preguntas e información que se brinden deben realizarse en forma clara, sencilla y con un trato amigable. 

Evitar la sustitución de la voluntad de la persona en la toma de decisiones, ni invadir la autonomía individual, lo que genera situaciones de incomodidad. 

Considerar la opinión de la persona con discapacidad como parte preponderante de la decisión a adoptar. 

Manejarse con naturalidad y no tratarla como a un niño. Muchas veces, al momento de dirigirse a una persona con discapacidad, se los trata como infantes, utilizando palabras en diminutivo o mediante el tono de voz de la expresión. 

Utilizar un trato respetuoso y al mismo tiempo verificar la comprensión por parte de la persona con discapacidad, y en caso de haber malos entendidos buscar maneras alternativas para lograr una comunicación más efectiva.

Si la persona con discapacidad está acompañada, se recomienda dirigirnos directamente a la persona con discapacidad y no a su acompañante o intérprete, evitando así la tercerización en el manejo de la información. 

Evitar todo tipo de invasión corporal, por ejemplo, tomarle la mano a menos que la persona lo solicite expresamente.

Barreras. En las organizaciones existen distintos tipos de barreras para las personas con discapacidad. En el ingreso a los edificios es necesario destacar, que mientras los lugares estén organizados y construidos de forma que sean inaccesibles para las personas con discapacidad, se está negando los derechos que los asisten de manera efectiva.

De lo que se trata es de facilitar la circulación de personas con discapacidad sensorial (visual, auditiva y sordoceguera) en los distintos espacios institucionales. Por ello se sugiere la señalética en lugares adecuados y en formatos accesibles. Por ejemplo a través de reproducciones en escala y señalización de los edificios en la planta baja, o planos en relieve en cada una de las plantas de los edificios que provean información sobre las distribuciones de las oficinas. 

Además se pueden instalar sistemas de células fotoeléctricas que brinden información sonora al entrar y salir de una sala; elegir colores adecuados que faciliten la orientación para las personas con baja visión; información en sistema Braille, grabación sonora y formato digital, entre otras.